La protección del medio ambiente frente a los vertidos de productos químicos es un aspecto fundamental en la gestión de instalaciones industriales, especialmente aquellas dedicadas al Almacenamiento de Productos Químicos (APQ). El Real Decreto 656/2017 establece regulaciones claras para evitar que estos productos lleguen a los sistemas receptores de aguas residuales, como ríos o acuíferos, con el objetivo de proteger tanto la salud humana como los ecosistemas naturales. En este sentido, el RD 656/2017 exige que los sistemas de contención sean capaces de retener el volumen completo del derrame y que sean resistentes a los productos almacenados.
En las instalaciones de almacenes de gran capacidad o gran superficie, la contención de productos químicos se convierte en un reto complejo. Los riesgos no solo involucran posibles derrames de sustancias químicas, sino también el manejo adecuado de aguas de extinción generadas en caso de incendio. Durante un siniestro, las aguas utilizadas para sofocar el fuego pueden estar contaminadas por los productos químicos almacenados, lo que representa un riesgo adicional para los sistemas de drenaje y los cuerpos de agua cercanos. Por lo tanto, la contención debe aplicarse tanto a los productos químicos en sí como a las aguas de extinción, evitando su propagación hacia el medio ambiente.
Para cumplir con las normativas y prevenir estos riesgos, es esencial disponer de un sistema de contención de derrames adecuado, que asegure que los líquidos contaminantes no lleguen a la red de alcantarillado. Estos sistemas actúan de manera preventiva, deteniendo la propagación de los vertidos en el momento de su detección.
En el caso de almacenes de gran capacidad, los cubetos tradicionales pueden resultar costosos e ineficientes para cubrir toda la superficie del área.
Las soluciones avanzadas, como las barreras de contención de líquidos contaminantes ofrecen una alternativa eficiente.
Estas barreras se activan automáticamente al detectar un vertido, ya sea de forma automática (con maniobra desde la centralita de incendios del establecimiento, o por sensor de líquido) o de forma manual, bloqueando el paso de los líquidos contaminantes.
El diseño y la instalación de estas barreras requieren una planificación detallada, considerando los puntos críticos donde pueden ocurrir derrames.
Es crucial garantizar una ubicación estratégica de las barreras y realizar un mantenimiento riguroso y pruebas periódicas para asegurar su funcionamiento adecuado.
Además, es necesario prevenir posibles bloqueos en las barreras, ya que estos podrían impedir su acción en caso de emergencia.
Un sistema bien mantenido y libre de obstrucciones es esencial para que las barreras actúen de manera efectiva cuando más se necesiten.
En conclusión, la implementación de sistemas de contención de derrames de líquidos contaminantes en proyectos APQ no solo responde a una obligación legal, sino que también representa una acción responsable hacia la protección del medio ambiente. Estas soluciones no solo reducen los riesgos asociados a los vertidos, sino que también contribuyen a la preservación de los recursos hídricos y la calidad del agua, protegiendo tanto a los ecosistemas acuáticos como a la biodiversidad. De esta manera, se asegura un entorno más seguro y saludable para las generaciones presentes y futuras.
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